Calabacín al horno y tomate gratinado

Aprovecha al máximo el calabacín y los tomates en este gratinado, con mozzarella fundida, albahaca fresca y una cobertura de pan rallado crujiente. Es un gran plato de congelación.
Ingredientes
- 2 calabacines medianos en rodajas a lo largo de aproximadamente ½ cm de espesor
- 1 cucharada aceite de oliva más extra para el plato y para rociar
- 400g lata troceada Tomates bombardeado en un procesador de alimentos
- 1 diente de ajo picado muy fino
- puñado de fresco albahaca (Opcional)
- 50 gramos harina de polenta o sémola
- 50 gramos harina normal
- 1 grande huevo vencido
- 1 bola de queso Mozzarella en rodajas (225g)
- 10g parmesano o alternativa vegetariana, rallado
- 50 gramos migas de pan
Método
- PASO 1
Espolvorea los calabacines con una pizca de escamas de sal marina y colócalos en un plato con otro plato encima. Coloque un peso o una lata encima para ayudar a expulsar el líquido.
- PASO 2
Caliente 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén antiadherente y agregue los tomates y el ajo. Cocine a fuego medio, revolviendo, durante 5 minutos hasta que espese. Rompe la albahaca, si la usas, y sazona.
- PASO 3
Calentar el horno a 200C/180C ventilador/gas 6 y engrasar una asadera. Combine las harinas en un tazón. Retirar el agua del calabacín. Sumerja las rodajas de calabacín en el huevo, luego en la harina y colóquelas en una capa sobre el fondo del plato. Cubra con unas rodajas de mozzarella, seguido de una capa de salsa de tomate, y repita con otra capa de calabacín, mozzarella y salsa. Mezcle el queso y el pan rallado, luego espárzalo por encima.
- PASO 4
Rocíe con un poco más de aceite de oliva y hornee durante 40-45 minutos hasta que esté dorado y burbujeante. Sirva con una ensalada de cebolla roja con hierbas y un poco de pan para limpiarlo, si lo desea. Se puede congelar hasta por dos meses.